Una Experiencia Única en el Palau de la Música
El pasado 4 de junio, la temporada de cámara del Palau de la Música acogió un concierto extraordinario. El renombrado Cosmos Quartet, una formación camarística de primera línea, ofreció una experiencia musical única al duplicar el número de intérpretes con la incorporación de clarinete, fagot, trompa y contrabajo. Esta ampliación permitió la interpretación de dos bytes: el de Jörg Widmann y el de Franz Schubert.
La Magia del Octet
El octeto es una disposición instrumental que fusiona la música de cámara con la sinfónica. Durante el concierto, la combinación de un quinteto de cuerda con contrabajo y tres instrumentos de viento creó el efecto de una pequeña orquesta de cámara. Cada instrumento reclamó su espacio y protagonismo, otorgando más al primer violín y al clarinete.
El Octeto de Jörg Widmann
El Octet de Jörg Widmann, una obra tonal que parte de la tradición para deconstruirla y reinterpretarla, cautivó a la audiencia. El clarinete, interpretado por el propio Widmann, protagonizó un diálogo lleno de tensión y fuerza con el resto de instrumentos, creando una atmósfera de intensa desolación.
Octeto de Franz Schubert
Franz Schubert, el creador del género cambrístico del octeto, inspiró la obra de Widmann. El Octet en fa mayor, D. 803, cautivó a la audiencia con ecos beethovenians, transportándolos a la época de los salones vieneses.
El Virtuosismo de los Instrumentistas
El concierto destacó el virtuosismo de los instrumentistas, especialmente Miquel Ramos en el primer violín, que cautivó la atención del público con un sonido dulce, delicado y luminoso. La cohesión de los ocho músicos creó un concierto fastuoso y brillante, digno de los salones vieneses más distinguidos.
