Una Llegada Inesperada
Después de un día extenuante, entras en casa sólo para descubrir que tu hogar se ha convertido en un auténtico campo de batalla, con desconocidos ocupando los espacios que solías considerar tuyas. Sus rostros te son desconocidos, pero su sonrisa afable te hace sentir como si fueras el verdadero intruso.
La Primera Impresión
Una joven cuyo maquillaje rivaliza con las obras de arte contemporáneo te saluda desde el sofá, la mano alzada en un gesto de cordialidad. Tu reacción, automática y desconcertada, es un simple retorno del saludo, aunque la confusión te consume por dentro.
La Reacción de Tu Pareja
Tu mujer, inmersa en su creatividad en la cámara de coser, parece no darse cuenta de la anomalía que se ha instalado en casa. Sus planes de diseño parecen más importantes que la invasión y su serenidad te deja perplejo. Te atreves a pensar que quizás ha caído bajo el encanto de los recién llegados.
La Táctica de la Escapada
Decides refugiarte en el dormitorio con la intención de reorientar tu estrategia. Pero, en un giro del destino, uno de los ‘invasores’ se ha encerrado en el baño. La prisa por cambiarse de ropa te hace perder el equilibrio, y cayendo al suelo, descubres que tus gatos se han escondido como si fueran los verdaderos supervivientes de esta situación absurda.
Solidaridad Felina
Con una complicidad silenciosa, te joins a ellos, y te instalas en una posición estratégica, esperando que la situación se calme. La puerta cerrada ofrece un cierto nivel de seguridad, pero lo que te angustia es la idea de cómo gestionar la hora de comer con los recién llegados a casa.
El Momento Crítico
Tu mente está llena de escenarios apocalípticos: ¿qué ocurrirá cuando el estómago de tu mujer decida reclamar la cena? La perspectiva de preparar una comida para quienes han ocupado tu espacio te hace sentir como un verdadero traidor. La idea de decir que has comido algo por el camino es cada vez más tentadora.
La Confrontación Final
Con la intención de hacer un reconocimiento del territorio, te desplazas lentamente por el pasillo. Tu hija, con su rostro inocente, te sorprende con su presencia. Y en ese momento, el humor se mezcla con la incredulidad cuando descubres que el enemigo sigue operando, y el ruido de la batalla no se detiene.
La Revelación
Tu churri, entusiasta de las bebidas gaseosas, es ahora parte de este nuevo orden. Tu hogar ha sido transformado, y tú, en medio de todo este caos, te encuentras reflexionando sobre cómo la vida puede ser tan imprevisible y absurda. La invasión no es sólo física; es un recordatorio de la flexibilidad y la resiliencia que debe tenerse ante los imprevistos.