Un hallazgo revolucionario
Un reciente descubrimiento ha revelado la presencia de una estructura fractal molecular en la naturaleza, marcando un hito significativo en la comprensión de la bioquímica. Esta estructura, identificada en la enzima microbiana citrato sintasa, representa la primera vez que se ha documentado un patrón fractal en una proteína natural.
La perfección de la naturaleza
Los fractales, objetos geométricos en los que se repite el mismo patrón a diferentes escalas y orientaciones, son una rareza en la naturaleza. Aunque ciertas estructuras exhiben cierta regularidad, la autosimilitud característica de los fractales es escasa. La citrato sintasa, sin embargo, desafía esta tendencia al ensamblarse en un patrón fractal, el triángulo de Sierpinski, revelando la perfección y complejidad de la naturaleza.
Un accidente evolutivo
La clave de esta estructura fractal radica en su desviación de las reglas de simetría comunes en el ensamblaje de proteínas. A diferencia de las interacciones altamente simétricas que suelen conducir a patrones que se rompen a gran escala, la citrato sintasa logra ensamblarse en un fractal a través de interacciones ligeramente diferentes en distintas posiciones. Aunque se plantea la posibilidad de que este patrón sea un mero accidente evolutivo, su presencia despierta un profundo interés en la complejidad de los procesos evolutivos y la diversidad de las estructuras biológicas.
Implicaciones y conclusiones
Este descubrimiento despierta nuevas preguntas sobre la evolución y la formación de estructuras biológicas complejas. A pesar de las incógnitas que rodean este hallazgo, representa un avance significativo en la comprensión de la bioquímica y la diversidad de las estructuras moleculares en la naturaleza.
Referencia
Emergence of fractal geometries in the evolution of a metabolic enzyme. Franziska L. Sendker et al. Nature (2024). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-024-07287-2
