Introducción
Aproximadamente a los 50 años, las mujeres experimentan una serie de cambios fisiológicos que afectan a la estructura músculo-esquelética. Estos cambios están relacionados principalmente con la disminución de los niveles de estrógenos durante la menopausia. De hecho, algunos cambios empiezan ya a aparecer a partir de los 40 años. Además de los síntomas conocidos, en esta etapa aumenta el riesgo de sufrir diversas enfermedades como osteoporosis, enfermedades cardiovasculares, enfermedades crónicas, cáncer ginecológico, dolor articular, molestias musculares, aumento de peso y cambios de estado de ánimo.
El ejercicio físico como herramienta de salud
El ejercicio físico es una herramienta accesible y eficaz para reducir los riesgos asociados a los cambios fisiológicos de la menopausia. Además mejora el estado de salud general. En el caso de las mujeres es importante centrarse en el entrenamiento de la fuerza muscular.
El ejercicio como estilo de vida
Durante la etapa de la menopausia, las mujeres deben integrar el ejercicio físico como parte de su estilo de vida. Es importante que el ejercicio sea agradable y no competitivo, y que incluya actividades aeróbicas y de bajo impacto osteoarticular. El objetivo es que el ejercicio se convierta en una rutina diaria y contribuya a un envejecimiento saludable. Esta práctica regular del ejercicio físico puede ayudar a prevenir enfermedades sistémicas, como la osteoporosis, mejorar la postura corporal y aumentar la fuerza muscular (https://correccioencatala.cat/com-estructura-text-catala/).
Características del ejercicio físico
El ejercicio físico durante la menopausia debe trabajar todos los grupos musculares, incluyendo la musculatura postural y la de la base de la pelvis. Es recomendable realizarlo al menos dos días a la semana, con una intensidad entre el 70% y el 85%. También es importante incluir actividades aeróbicas de tres a cinco días por semana, así como trabajar la movilidad articular y realizar estiramientos (https://correccioencatala.cat/com-estructura-text-catala/).
Adaptación del ejercicio a las necesidades individuales
En caso de tener alguna patología base, es importante adaptar el ejercicio físico a las necesidades individuales. Por ejemplo, si existe incontinencia urinaria u osteoporosis, es necesario tener en cuenta estas condiciones y ajustar la intensidad y el tipo de ejercicio. El objetivo es realizar el ejercicio de forma segura y progresar en intensidad de forma gradual.
Conclusión
El ejercicio físico es una herramienta esencial para la salud de las mujeres durante la menopausia. Integrar el ejercicio como parte del estilo de vida puede ayudar a prevenir enfermedades y mantener un sistema musculoesquelético sano. Es importante adaptar el ejercicio a las necesidades individuales y realizarlo de forma regular para obtener los beneficios deseados.
Referencias
Borao, O. (fisioterapeuta de la Clínica Universitaria). (sin fecha). Ejercicio físico en la mujer adulta. Recuperado de [URL]
