Explorando el agua en la escuela infantil
En el día a día de una escuela infantil de 0-3 años existen muchos momentos en los que aparecen ideas científicas relacionadas con acciones cotidianas. El agua está presente continuamente en diferentes formas: beber, lavarse las manos, regar, cocinar… Este elemento tan esencial cambia la materia, moja, pesa, cambia… Y todo esto, lo descubrimos en el 0-3 ?
Las educadoras, conscientes de la importancia del agua en la vida y en la escuela, acompañan a los niños en sus procesos y descubrimientos. Con una presencia tranquila y conocimiento sobre el tema, las educadoras ponen palabras a lo que ocurre, captando la atención de los niños y preparando nuevos retos. Esto permite que los niños puedan interactuar con el agua y tomar iniciativas sobre sus curiosidades. A través de esta interacción, los niños pueden vivir su relación con el agua de forma natural y no forzada.
Un ejemplo concreto: Lavarse las manos
Uno de los momentos cotidianos en los que el agua está presente es cuando los niños se lavan las manos. En esta situación, la educadora puede observar y poner palabras a lo que los niños están descubriendo. Por ejemplo, si un niño intenta coger el agua con la mano y se moja, la educadora puede explicarle que el agua cae con fuerza y que si cierran un poco el grifo, no se mojará tanto. Así, a través de esta interacción, los niños pueden aprender sobre las propiedades del agua y cómo interactuar con ella de forma segura.
Aprovechando las oportunidades de aprendizaje
A lo largo del curso, las educadoras han identificado diversas oportunidades de aprendizaje relacionadas con el agua. Aparte de las actividades como servir agua, aprovechar los días de lluvia para salir a aplastar charcos o limpiar los cuencos con esponjas, se han creado situaciones de aprendizaje que permiten a los niños explorar y descubrir más sobre el agua. A través de estas experiencias, los niños pueden hacer preguntas, interactuar con los demás y tomar iniciativas basadas en sus curiosidades.
Promoviendo entornos de aprendizaje ricos
Para favorecer estas situaciones de aprendizaje, las educadoras preparan los materiales y el espacio de forma adecuada y reflexionan constantemente sobre las decisiones que toman para acompañar a los niños. Esto implica dar autonomía a los niños, poner palabras a lo que ocurre, establecer límites claros y crear entornos de aprendizaje ricos en estímulos. Además, las educadoras trabajan en equipo y reflexionan conjuntamente para tomar decisiones conscientes que permitan aprovechar al máximo las situaciones cotidianas como oportunidades de aprendizaje.
Conclusión
El agua es un elemento fundamental en la vida cotidiana en la escuela infantil de 0-3 años. A través de las interacciones con el agua, los niños pueden descubrir sus propiedades y relacionarse con ella de forma natural. Las educadoras, con su conocimiento y apoyo, acompañan a los niños en este proceso de exploración y descubrimiento, creando entornos de aprendizaje ricos y estimulantes. Así, el agua se convierte en una herramienta para el desarrollo de los niños y niñas y en un elemento presente en sus experiencias cotidianas en la escuela infantil.
