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El sistema judicial frente a la violencia de género: una mirada crítica

by PREMIUM.CAT
La filtración de las declaraciones de Elisa Mouliaá e Íñigo Errejón ante el juez que investiga la denuncia de la actriz contra el político ha sacado a la luz una realidad a menudo ignorada y, sobre todo, negada por sus protagonistas. La existencia de un único juez que trate así a las víctimas sería motivo de alarma, pero la experiencia nos dice que es más habitual de lo que se visibiliza. Dadas las cifras de subdenuncia de violencia sexual, muy destacables –se calcula que menos de 1(8k, mejor calidad, obra maestra, muy detallado:1.1)

La revelación de una realidad desconocida

Recientemente, la filtración de las declaraciones de Elisa Mouliaá e Íñigo Errejón en un proceso judicial ha destapado una problemática que a menudo ocurre desapercibida. El escenario judicial, lejos de ser un espacio de seguridad para las víctimas, puede convertirse en un laberinto lleno de obstáculos y prejuicios.

Números alarmantes y la realidad de la violencia sexual

Las estadísticas sobre la violencia sexual son preocupantes: se calcula que menos del 10% de los incidentes son denunciados. Sin embargo, las instituciones parecen a menudo no tener en cuenta esta infradenuncia. Lo que hay que preguntarse es: ¿cómo se trata a las víctimas una vez que deciden dar el paso de denunciar?

La resposta del sistema judicial

La conducta del juez Adolfo Carretero, del juzgado de instrucción número 47 de Madrid, no es un caso aislado. Su actitud hacia las víctimas refleja una tendencia preocupante, en la que la ética profesional se ve eclipsada por los prejuicios personales.

El paper del Consell General del Poder Judicial

Las quejas contra jueces como Carretero han llegado al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que es responsable de investigar estas conductas. Sin embargo, el corporativismo puede dificultar que se tomen medidas efectivas. Además, la falta de garantías para las víctimas que se quejan crea un entorno de impunidad.

El impacto de la filtración

Los vídeos filtrados han servido para mostrar una realidad que a menudo se cuestiona. Sin estas imágenes, el relato de las víctimas sería objeto de duda, un mecanismo habitual que perpetúa la existencia de mitos patriarcales que minimizan su experiencia.

El rol de los jueces y la cultura patriarcal

La justicia no opera en un vacío; los jueces son parte de una sociedad socializada en valores patriarcales. Esto puede conducir a resoluciones que revictimizan a las personas afectadas, en lugar de ofrecer un verdadero apoyo.

Casos que marcan la diferencia

Sin embargo, hay jueces que desafían a este estereotipo. Sentencias como las del caso Alves demuestran que es posible una aproximación pedagógica y empática frente a la violencia sexual, creando espacios seguros para las víctimas.

Necesidad de reformas profundas

El sistema judicial requiere una revisión a fondo. No se trata sólo de cambiar procedimientos en papel, sino de transformar las dinámicas internas que perpetúan el machismo y la violencia institucional.

Los juzgados, con sus marcadas jerarquías, necesitan una transparencia real que permita fiscalizar las actuaciones y defender los derechos de las personas. Sólo así podremos empezar a ver cambios significativos en la respuesta judicial ante la violencia de género.

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