El impacto de un cierre histórico
A las 12:33 este lunes, un evento sin precedentes salió de España y Portugal trazados en la oscuridad. Un abrupto apagón eléctrico hizo que 15 gigavatios de energía desaparecieran en solo cinco segundos, lo que representa el 60% del consumo de energía en ese momento. Este incidente ha planteado preguntas sobre la seguridad del sistema eléctrico y su gestión.
La respuesta institucional y la falta de transparencia
A pesar de la gravedad de la situación, los primeros minutos estuvieron marcados por la falta de comunicación. Solo dos horas después del incidente, el director de Red Eléctrica Espanyola (REE), Eduardo Prieto, ofreció una breve aparición virtual. Más tarde, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, se dirigió a la ciudadanía, pero había pasado cuatro horas desde que comenzó la crisis.
Resolución de poder: ¿Quién maneja realmente los hilos?
La situación plantea una pregunta fundamental: ¿quién realmente controla la infraestructura eléctrica que afecta la vida diaria de los ciudadanos? Javier Andaluz, un experto en energía y clima de ecologistas en acción, dijo que la liberalización del sector había dejado la responsabilidad de la electricidad en manos de la iniciativa privada, sin una planificación adecuada para garantizar su resiliencia.
Acciones en manos privadas
Actualmente, el 20% de las acciones de REE pertenecen al gobierno español, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales. Sin embargo, un impresionante 80% está en manos de fondos de inversión y grandes corporaciones. Entre los más prominentes, Amancio Ortega, fundador de Inditex, controla el 5% a través de las inversiones de Pontegadea.
Influencia extranjera
Empresas como JP Morgan y BlackRock tienen una influencia significativa, con JP Morgan con un 8,7% y BlackRock que controlan más del 15% de las acciones. Además, otros bancos e inversores extranjeros, incluidos los fondos franceses y británicos, también han entrado en accionistas, lo que fortalece la preocupación por la soberanía energética.
Las consecuencias de una dependencia privada
La presencia de inversores internacionales y la falta de control estatal sobre un sector tan crítico plantean preguntas sobre la seguridad energética futura. ¿Cómo se puede garantizar el suministro de electricidad para no someterse a una estrategia de inversión y ganancia de fondos multinacionales?
Reflexiones finales
El cierre del lunes no solo ha destacado las vulnerabilidades del sistema eléctrico español, sino que también reveló una estructura de potencia que puede comprometer la seguridad energética del país. Con un modelo que privilegia los intereses privados, la cuestión de la sostenibilidad y la confiabilidad del suministro de energía se vuelve más relevante que nunca.