Una Plaga Camuflada
Con su atractiva floración amarilla, el senecio del Cabo se presenta como una bella margarita, pero detrás de esta imagen encantadora se esconde una de las plantas más nocivas para nuestro ecosistema. Esta especie, originaria del sur de África, se ha convertido en un verdadero problema para los rebaños y la vegetación autóctona de Cataluña, amenazando la sostenibilidad de los pastos de montaña.
Una Introducción Inesperada
Su llegada a Europa se remonta a hace aproximadamente 40 años, cuando se introdujo a través de la lana importada. Desde entonces, el senecio ha encontrado en el Pirineo un hábitat ideal para expandirse, provocando un crecimiento alarmante que ha dejado expertos como Joan Pino, director del CREAF, con poco más que la necesidad de controlar su propagación en zonas protegidas. ‘No hay forma de erradicarla. completamente’, reconoce.
El Impacto del Cambio Climático
La globalización y el cambio climático han facilitado la invasión de especies exóticas en Cataluña, con más de 1.600 especies identificadas, de las que un 20% son consideradas invasoras. ‘Esto indica que Cataluña ha sido afectada, pero también que hemos dedicado esfuerzos significativos a estudiar estas especies’, explica Pino.
Un Crecimiento Rápido y Persistencia
El senecio del Cabo es capaz de producir hasta 10.000 semillas anuales, que se esparcen con el viento o se transportan accidentalmente con animales y vehículos. Esta resiliencia, junto a su capacidad de reproducción que se extiende de marzo a diciembre, hace que su erradicación sea una labor monumental.
Iniciativas para Combatir la Invasión
En el Parque Natural del Cadí-Moixeró, las autoridades han iniciado campañas para controlar la presencia del senecio del Cabo, con la colaboración de los ganaderos locales. ‘La situación es complicada, ya pesar de nuestros esfuerzos, el crecimiento de la planta es imparable’, advierte Joan Casòliva, técnico del parque.
Colaboración entre Ganaderos y Autoridades
Los ganaderos, como Joan Noguera, presidente de la Federación Raza Bruna de los Pirineos, reconocen que, aunque intentan eliminar manualmente la planta, su proliferación es un reto que escapa a su control. ‘Estamos preocupados por el impacto que tiene sobre nuestros pastos’, asegura.
La Importancia de los Pastos de Montaña
Los pastos de montaña son esenciales para mantener un ecosistema equilibrado y prevenir incendios forestales. ‘Son vitales para la biodiversidad, ya que proporcionan alimento para muchas especies animales’, apunta Casòliva, subrayando la relevancia de conservar estas áreas ante la invasión del senecio del Cabo.
Mirando hacia el Futuro
Con los esfuerzos en marcha por controlar el senecio del Cabo, queda claro que la lucha contra las especies invasoras es un camino largo y complejo. La colaboración entre científicos, ganaderos y autoridades resulta fundamental para garantizar la salud de nuestro patrimonio natural. La capacidad de adaptarnos y actuar ante esta amenaza marcará el futuro de nuestros pastos.