Un Paseo que Desapareció
La tranquila matinal en Rimor, un pequeño pueblo de Ponferrada, se vio rota por la extraña desaparición de Berto de Arcos, un vidriero de 73 años.
Con una vestimenta informal, Berto salió de casa pese al frío, dispuesto a andar por su itinerario habitual a través de las montañas de Rimor.
Todo parecía normal hasta que, en medio de un área muy frecuentada, se perdió sin dejar rastro.
Su hija, Elena, lamenta la incertidumbre y la dolorosa espera: ‘No sabemos qué le ha pasado ni dónde está. Su desaparición es un enigma perturbador.’
Los Últimos Movimientos
El miércoles 6 de diciembre, Berto inició su paseo como siempre, hasta que en algún momento desapareció de los radares locales.
Su rutina matinal se vio interrumpida, y su familia inició una búsqueda frenética por el pueblo y sus inmediaciones.
Se han analizado cada recóndito de la zona, pero ningún atisbo de su parada o destino final.
La Pista de la Carretera
Una llamada trasera aumentó la tensión cuando un testigo afirmó haber visto una figura que podría corresponder con Berto caminando por la carretera nacional.
Sin embargo, la policía quedó escéptica, afirmando que no se correspondía con la descripción de la ropa de Berto, aunque la manera de andar podría coincidir.
Esta pista ha mantenido viva la esperanza de encontrarle, pero también ha generado dudas sobre la veracidad de la observación.
La Redada Incesante
La investigación se ha ampliado a otras zonas cercanas, incluyendo ríos y bosques en los que Berto podría haberse aventurado.
Los esfuerzos de voluntarios, autoridades locales y equipos especializados no han logrado resolver el misterio de la desaparición.
Pese a la incertidumbre, la familia y el pueblo de Rimor siguen unidos en la búsqueda incesante de Berto, con la esperanza de reencontrarle y poner fin a esta angustiosa situación.
