La vida clandestina de ‘El Yoyas’
Carlos Navarro, conocido como ‘El Yoyas’ por su participación en Gran Hermano, fue capturado después de 19 meses en fuga. Durante este tiempo, estuvo escondido en una masía, viviendo en condiciones de clandestinidad extrema. Se mantuvo ‘enzulado’ en la casa, sin salir a la calle ni asomarse a las ventanas, lo que dificultó su localización por parte de las autoridades.
Los investigadores describen su situación como estar en un ‘zulo’, con las ventanas forradas con dobles persianas. Esta situación llevó a los agentes a dudar si realmente se encontraba dentro de la casa, ya que nadie abría la puerta cuando intentaban contactar con él.
La captura de ‘El Yoyas’ estuvo marcada por un forcejeo con los agentes que intentaban ingresar a la casa, resultando en una lesión para el fugitivo. Tras su detención, expresó su incredulidad, preguntando quién lo había delatado, y fue trasladado a la cárcel para cumplir su condena por malos tratos.
Errores y consecuencias
Durante su tiempo como fugitivo, ‘El Yoyas’ cometió errores que contribuyeron a su captura. Concedió entrevistas a medios de comunicación, mostrando falta de arrepentimiento y solicitando un indulto, lo que generó indignación entre las autoridades y la opinión pública.
Estas acciones, consideradas como arrogantes, lo convirtieron en objetivo de un grupo especializado en la localización de fugitivos. La operación para capturarlo, denominada ‘Bosque’, se inició a raíz de estas entrevistas, y finalmente culminó con su detención en la masía donde se encontraba escondido.
Vida en la clandestinidad
Durante su tiempo en la masía, ‘El Yoyas’ recibió visitas de su padre, su actual novia y una mujer joven con la que mantenía una relación. A pesar de las estrictas medidas de seguridad que tomaba para evitar ser detectado, como tapar las ventanas con forros negros y utilizar luces naranjas para no emitir luz al exterior, las autoridades lograron identificar su ubicación y llevar a cabo su captura.
A pesar de su intento por mantenerse oculto, ‘El Yoyas’ no logró evitar su detención, lo que lo llevó a cuestionar quién lo había delatado, sin reconocer sus propios errores como fugitivo.
