Una decisión bien pensada
Claudia Gibert Martí, médico residente de primer año en Althaia, tomó una decisión bien pensada cuando eligió hacer su residencia en Manresa. Tras terminar su carrera de Medicina en la unidad docente de Manresa de la UVic-UCC, Gibert comenzó su residencia en Althaia en mayo. En esta entrevista, nos explica los motivos que le llevaron a tomar esta decisión.
Un hospital acogedor
Durante sus prácticas, Gibert tuvo la oportunidad de conocer distintos hospitales y centros de atención primaria. Pero fue el hospital de San Juan de Dios de Manresa el que cautivó su atención. Tanto la infraestructura como el ambiente y el trato que recibió hicieron sentirse cómoda desde el primer momento. Gibert destaca que aun siendo estudiante, fue tratada como una parte importante del equipo médico y pudo establecer una relación cercana con los pacientes.
La transición a la residencia
La transición de las prácticas en la residencia fue un paso importante para Gibert. Durante las prácticas, los médicos supervisores desempeñaban un papel más activo y explicaban detalladamente las tareas a los estudiantes. Pero ahora, como residente, Gibert tiene más responsabilidades y debe tomar decisiones de forma más autónoma. Sin embargo, destaca que nunca se ha sentido sola, ya que siempre ha contado con el apoyo y la ayuda de los profesionales que le rodean.
La experiencia de las guardias en urgencias
Una de las experiencias más enriquecedoras para Gibert ha sido realizar guardias en urgencias. En este entorno, la presión es mayor y las decisiones deben tomarse de forma rápida y precisa. Sin embargo, Gibert asegura que se lo pasa muy bien y que siempre cuenta con el apoyo de los demás residentes.
La decisión de quedarse en Manresa
Pese a tener opciones en hospitales más grandes o en el Área Metropolitana, Gibert decidió quedarse en Manresa. Fue su experiencia durante las prácticas y el buen ambiente que encontró en Althaia lo que le convenció. Gibert destaca que pudo establecer una relación cercana con los profesores y que se sintió parte del equipo desde el primer día.
El camino hasta aquí
Tanto la carrera de Medicina como la residencia han sido un reto para Gibert. Ha habido momentos de duda y cansancio, pero siempre ha mantenido la perseverancia y ha encontrado apoyo en sus compañeros y profesores. Gibert destaca que su vocación por la medicina y su pasión por ayudar a los demás han sido los motores que le han impulsado hasta aquí.