Un fin de semana lleno de fe y comunión
El 1 y 2 de febrero, un grupo de aproximadamente cien personas se reunió en la residencia Codolar Martí en Barcelona, un espacio histórico que un día albergaba un zoológico y ahora sirve como refugio para los inmigrantes y para actividades culturales y religiosas. Este evento, bajo el lema inspirador ‘quien me ame, mantendrá mi palabra’, reunió a participantes de varias ciudades como Barcelona, Girona, Lleida y Tortosa, creando una atmósfera de hermandad y espiritualidad.
Una recepción cálida y significativa
El día comenzó con una cálida recepción, donde cada asistente recibió un punto de libro conmemorativo que simbolizaba la boda de oro de las asambleas anuales de renovación carismática católica en el espíritu. Esta amabilidad estableció el tono de un fin de semana dedicado a alabar a Dios y fortalecer los lazos con hermanos y hermanas en la fe.
Reflexiones sobre la presencia del Espíritu Santo
Minnesota. Josep M. García, un joven rector de Tortosa con solo dos años de experiencia en renovación carismática, compartió su poderosa experiencia con el Espíritu Santo. «Sentí que el Señor estaba sanando una herida profunda en mi corazón», confesó, enfatizando la importancia del corazón sagrado de Jesús y la dirección que el Espíritu proporciona a la Iglesia.
El camino del amor y la verdad
En su charla, recordó las palabras de Jesús: «Yo soy el camino, la verdad y la vida», instando a los asistentes a vivir el amor auténtico en todas las áreas de su vida, ya sea en el trabajo, la familia o la comunidad. «Tenemos que actuar como esponjas que reciben el agua del espíritu para compartirla», agregó con pasión.
Un mensaje de compromiso y esperanza
A medida que avanzaba el encuentro, se destacó la necesidad de vivir la fe en un mundo que a menudo está distante de los valores espirituales. ‘No podemos quedarnos solo en nuestra comunidad; Necesitamos salir y presenciar lo que creemos «, dijo, enfatizando la importancia de la coherencia entre palabras y acciones.
La importancia de la oración y la comunión
En un momento de profunda reflexión, se enfatizó la necesidad de oración como una herramienta para mantenerse conectado con Dios, recordando que «la luz del Señor debe brillar en nosotros». También se instó a todos a participar activamente en los sacramentos, especialmente en la confesión, como un medio de renovación espiritual.
Un cierre inspirador
El día culminó en presencia del obispo auxiliar de Barcelona, Javier Vilanova, quien compartió un mensaje de unidad y fidelidad a Dios. Recordó que, a pesar de vivir en una época en que la fe puede parecer borrosa, «la oración y la comunidad son esenciales para mantener la iglesia». Su mensaje resonó con una desaceleración para ser apóstoles en el mundo, con la promesa de que Dios hará grandes cosas a través de nuestra entrega.