El Espíritu de Villalar
En el corazón de la historia castellana, el 23 de abril de 1521, se libró una batalla que marcó el destino de España. En Villalar de los Comuneros, los ideales de libertad y justicia chocaron con las fuerzas del absolutismo, dejando un legado que aún resuena hoy.
Aunque la suerte de las armas no favoreció a los comuneros, sus principios perduraron, convirtiéndose en precursores de las revoluciones liberales que transformarían Europa. En reconocimiento a su lucha, el 23 de abril se celebra como el Día de Castilla y León, honrando el espíritu indomable de aquellos que se atrevieron a desafiar la tiranía.
El Ataque a las Tradiciones Comuneras
Lamentablemente, quienes gobiernan la Junta de Castilla y León han emprendido un ataque sistemático contra las tradiciones comuneras, intentando despojar a la fiesta de su carácter inclusivo y su financiación.
Esta actitud desafía el Estatuto de Autonomía de Castilla y León, que reconoce la importancia de Villalar como un símbolo de la identidad regional. En lugar de abordar los problemas de la comunidad, la Junta se ha empeñado en crear divisiones y socavar el patrimonio cultural.
Villalar, un Símbolo de Resistencia
Para los partidos gobernantes, la tradición comunera es un inconveniente, como lo fue para José María Aznar, quien intentó sin éxito eliminar la fiesta en 1988. La historia está plagada de intentos de silenciar la voz del pueblo, como la violenta disolución de una concentración en 1976.
Pero Castilla y León ha enfrentado adversidades aún mayores y superará los obstáculos impuestos por aquellos que no creen en su potencial. La palabra ‘revolución’ nació en la lengua castellana, un motivo de orgullo que infunde temor a quienes la gobiernan.
Villalar, una Fiesta del Pueblo
Villalar siempre ha pertenecido al pueblo, un lugar donde se reivindica la lucha y el espíritu de libertad comunero. Como dijo Marx, la revolución en España fue una defensa de las libertades medievales contra el absolutismo moderno.
Castellanos y leoneses se unieron para defender sus derechos, y no hay nada que reprochar a esta voluntad mayoritaria. Quienes gobiernan buscan excusas para desmantelar la Fundación Villalar, que promueve las raíces culturales que tanto les incomodan.
La Movilización Popular
A pesar de los intentos de silenciarla, la fiesta de Villalar seguirá siendo un acontecimiento popular. El 23 de abril, la gente se reunirá en el monolito donde fueron decapitados los capitanes comuneros, recordando su sacrificio.
Villalar es una fiesta de mítines, conciertos y reivindicaciones, donde las banderas tricolor y los pendones comuneros ondean como símbolos de una alternativa. Es una celebración de lo lúdico y lo reivindicativo, donde se aboga por una comunidad más justa y solidaria.
La Lucha por la Memoria Democrática
Quienes gobiernan intentan imponer una falsa concordia, ignorando el golpe de Estado contra la República y la dictadura que siguió. Miles de personas yacen en cunetas sin identificar, una vergüenza que debe ser reparada.
Organizaciones sociales, políticas y sindicales exigen verdad, justicia y reparación por las víctimas del franquismo. El manifiesto alternativo que se presentará el 23 de abril defenderá los valores que la administración autonómica pretende eliminar.
La Solidaridad Internacional
Nuestra lucha local se entrelaza con la lucha global. El genocidio que sufre el pueblo palestino es un recordatorio del sufrimiento que la tiranía puede infligir.
Palestina está llevando a cabo una lucha heroica por su libertad, resistiendo la política genocida de Israel. El pueblo palestino tiene derecho a defenderse, vivir en paz y ser reconocido como país.
El Premio Villalar de los Comuneros
En reconocimiento a su lucha, el Premio Villalar de los Comuneros de Izquierda Unida de Castilla y León 2024 se otorgará al pueblo palestino. Este gesto simbólico demuestra la solidaridad de nuestra comunidad con aquellos que sufren injusticias.
En Villalar 2024, honraremos el espíritu de los comuneros y expresaremos nuestra solidaridad con el pueblo palestino. Viva Palestina libre, viva Villalar de los Comuneros, viva Castilla y León.