El pescado, un alimento básico para la nutrición
El pez es uno de los alimentos más recomendados para una dieta equilibrada y saludable. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) aconseja consumirlo al menos tres veces por semana, aportando proteínas de calidad, ácidos grasos omega-3, vitaminas y minerales. Pero no todo vale: es necesario elegir bien el pescado que compramos, y asegurarnos de que está fresco y en buenas condiciones.
Cómo saber si el pescado está fresco: 5 detalles que no puedes ignorar
Para disfrutar del sabor y beneficios del pescado, es fundamental que esté fresco. ¿Pero cómo podemos saberlo? Según Gastrolab España, hay algunas señales que pueden orientarnos a la hora de comprar pescado o marisco. Estos son los cinco detalles que debes tener en cuenta:
La piel
La piel del pescado fresco debe tener un color brillante e irisado, sin mancha o pérdida de pigmentación. Si ves un pez con la piel opaca y sin brillo, mejor descartalo. La piel es como el primer indicador de la frescura del pescado.
Los ojos
Los ojos del pescado fresco deben ser limpios, luminosos y con una pupila negra. Si encuentras ojos hundidos, grises o lechosos, es un signo claro de que el pescado ha perdido su frescura y no está en su mejor momento. Los ojos son como el espejo del alma del pez.
La carne
La carne del pescado fresco es firme, translúcida, elástica y tiene una superficie lisa. No debería verse flácida, opaca o rugosa. Tócalo un poco y confía en tu instinto, si se siente como si estuviera a punto de hundirse, es mejor buscar otra opción. La carne es como el testimonio de la calidad del pescado.
El olor
El olor del pescado fresco debe ser suave y agradable, transportándote mentalmente a las olas del mar. Si el olor es demasiado fuerte o desagradable, es probable que el pescado esté en descomposición. El olor es como el perfume del pescado.
Las escamas
Las escamas deben cubrir completamente la carne del pescado. Si observas áreas sin escamas, podría ser una indicación de que no es tan fresco como debería ser. Las escamas son como la protección del pescado.
Consejos para conservar el pescado fresco
Una vez elegido el pescado fresco, debemos cuidar su conservación. Las autoridades sanitarias recomiendan no mantener el pescado fresco en la nevera por más de dos días, y en días calurosos, lo mejor es disfrutarlo el mismo día de la compra. Si tu pescado o marisco ha pasado más de 48 horas fuera de la nevera, mejor piénsalo dos veces antes de prepararlo. También puedes congelar el pescado fresco si no vas a consumirlo pronto, pero ten en cuenta que puede perder parte de su sabor y textura.
Estos detalles no sólo te garantizarán una experiencia culinaria más sabrosa, sino que también ayudarán a mantener una dieta saludable. ¡Buena pesca!