La vida y obra de Pere Labèrnia i Esteller
En un día como hoy, hace 164 años, en Barcelona, fallecía el lexicógrafo y gramático Pere Labèrnia i Esteller. Este destacado profesor fue el fundador y director de una escuela privada de enseñanza elemental y de bachillerato llamada de Sant Pere, ubicada en el barrio de Santa Caterina de Barcelona. Aunque la escuela ya no existe, durante su funcionamiento estuvo afiliada a la Universitat de Barcelona. Sin embargo, el reconocimiento de Labèrnia en el ámbito académico barcelonés se debe principalmente a su labor como autor del primer diccionario moderno de la lengua catalana.
El Diccionari de la llengua catalana
El 18 de julio de 1839, hace 185 años, se publicó la primera edición del Diccionari de la llengua catalana amb la correspondència castellana i llatina. Esta obra, compuesta por dos volúmenes, fue impresa por la imprenta de Josep Maria Bocabella, quien más tarde sería el promotor de la construcción del templo de la Sagrada Família de Barcelona. El diccionario fue creado por Pere Labèrnia i Esteller y financiado por Francesc Martràs. Durante la elaboración del diccionario, Labèrnia invirtió dieciocho años de arduo trabajo (1821-1839), comenzando en Tortosa mientras estudiaba en el Seminario Conciliar. Labèrnia, nacido en 1802 en Traiguera, se trasladó a Barcelona, donde se doctoró en Letras en 1828 y formó una familia.
El enfoque conservador del diccionario
El Diccionari de Labèrnia se caracterizó por su enfoque conservador. El autor defendió la idea de preservar la ortografía y evitar innovaciones que pudieran generar una anarquía ortográfica en la lengua catalana. A diferencia del diccionario de Pompeu Fabra, publicado en 1917, Labèrnia optó por soluciones que se ajustaban a la pronunciación de Barcelona. Por ejemplo, utilizó terminaciones femeninas plurales en -as. Este diccionario se convirtió en el léxico de la Renaixença catalana y fue una referencia fundamental para aquellos que colaboraron en el Diccionari Alcover-Moll.
El legado de Labèrnia
El Diccionari de Labèrnia fue una obra de gran prestigio y autoridad en Cataluña hasta la aparición del diccionario y la gramática de Pompeu Fabra en 1917. Se cree que Fabra utilizó las entradas del diccionario de Labèrnia como base para su propia obra. El legado de Labèrnia perdura en la lengua catalana y su contribución al estudio y preservación de la lengua es ampliamente reconocida.