El misterio de la frescura del té
En muchas cocinas, es común encontrar un espacio reservado para productos que no se utilizan con frecuencia, como palomitas, galletas o sobrecitos de té. Sin embargo, ¿qué sucede si el día que deseas disfrutar de una infusión, el sobrecito que seleccionas está vencido? Las consecuencias de consumir té caducado pueden sorprenderte.
A diferencia de alimentos perecederos, el té no caduca en el sentido tradicional. Aunque lleva una fecha de vencimiento, esto no indica que el producto se eche a perder. En realidad, esta fecha señala el tiempo en el que el té comienza a perder sus cualidades gustativas y aromáticas, no su seguridad para el consumo.
Conservación y disfrute
La frescura del té está estrechamente ligada a su conservación. Preparar una infusión con hierbas recién adquiridas o cosechadas es una experiencia completamente distinta a hacerlo con un sobrecito que ha permanecido en un armario durante años. Al igual que la diferencia entre una verdura fresca y una envasada, la calidad del té puede variar significativamente.
Al consumir té caducado, la única consecuencia es la posible pérdida de sabor y aroma en la infusión. La intensidad de este efecto dependerá de la variedad de té, su tiempo de almacenamiento y las condiciones de conservación.
Variedades de té y sus características
Existen diversas variedades de té, cada una con sus propias características y beneficios para la salud:
Té verde
Con propiedades diuréticas y abundantes antioxidantes, el té verde ofrece un sabor ligero y herbáceo.
Té negro
De sabor intenso, el té negro es una opción popular para reemplazar el café, ideal para las mañanas.
Té rojo
Con un sabor terroso, el té rojo es un derivado del té verde, conocido por su descubrimiento fortuito.
Té blanco
El té blanco, elaborado con un proceso único, es ligero y posee altos niveles de antioxidantes.
Té azul
A medio camino entre el té verde y el negro, el té azul destaca por sus propiedades digestivas.
