La entrada en vigor de una ley transformadora
La reciente aprobación de la Ley de Paridad marca un antes y un después en la representación femenina en España. Este nuevo marco legal, ratificado el 23 de julio en el Congreso de los Diputados y publicado en el Boletín Oficial del Estado el 2 de agosto, ha empezado a aplicarse hoy, con el objetivo de superar las barreras históricas que han limitado la participación de las mujeres en distintos ámbitos.
Cambios significativos en las listas electorales
Una de las innovaciones más relevantes es la exigencia de listas electorales alternadas, conocidas como ‘cremallera’, para las elecciones municipales, autonómicas, generales y europeas. Esta norma obligará a incluir a hombres y mujeres de forma sucesiva en las candidaturas, con algunas excepciones para municipios pequeños.
Condiciones previas y comparativas
Hasta ahora, la Ley de Igualdad de 2007 establecía un requisito mínimo del 40% de mujeres, pero la nueva ley va más allá, fijando un 40% de forma estricta en cada lista. Esto representa un cambio radical en la forma de concebir la representación política.
Normativas para partidos políticos y órganos institucionales
Los partidos políticos también tendrán que adoptar un plan de igualdad interno que incluya medidas para combatir la violencia machista, reflejando un compromiso más profundo con la igualdad de género.
Un mínimo del 40% en instituciones clave
La ley establece que en los órganos constitucionales y de relevancia constitucional, la representación femenina debe ser de al menos el 40%. Esto incluye a instituciones como el Tribunal Constitucional y el Consejo de Estado, que deberán ajustarse a esta norma en sus próximas renovaciones.
Un pacto por la paridad entre PSOE y Podemos
Durante su tramitación, la ley fue objeto de modificaciones significativas, incluyendo la posibilidad de que la presencia femenina supere el 60%, una medida propuesta por Podemos para corregir desigualdades previas.
Impulso de la igualdad en el sector empresarial
El sector privado no queda atrás, con la exigencia de un 40% de mujeres en los consejos de administración de las empresas cotizadas. Aquellas que no cumplan con este requisito tendrán que justificarlo y ajustar sus procesos de selección.
Un plan a largo plazo
Además, las empresas tendrán hasta 2026 para adaptarse a esta norma, con un seguimiento riguroso del cumplimiento de esta cuota.
La inclusión en la educación y la investigación
La ley también afecta a las universidades y al personal investigador, estableciendo que la composición de los órganos de decisión debe reflejar la paridad. Esto incluye medidas para compensar los períodos de inactividad relacionados con permisos de maternidad o paternidad.
Un paso en falso: errores en la ley
Pese a los avances, la Ley de Paridad presenta un error que desprotege a trabajadores con jornada adaptada, un aspecto que el Ministerio de Igualdad busca corregir de inmediato.
El futuro de la igualdad de género en España
Con la entrada en vigor de esta ley, España da un paso valiente hacia la igualdad de género en varios sectores. Sin embargo, su aplicación efectiva dependerá de la voluntad política y de la adhesión de las instituciones y empresas a estos principios.